No todo en esta vida son perros y en nuestra clínica, como buena clínica amiga de los gatos, sabemos que estos también existen. Así que os contaremos unas pequeñas curiosidades al respecto de su origen como animal de compañía.
Primero de todo empezaremos por desmentir un mito; los primeros gatos no son egipcios, en realidad los gatos vienen de Oriente Medio, de zonas localizadas en Israel, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí. La gran mayoría de los gatos domésticos proceden de la subespecie de gatos silvestres de oriente (Felis silvestris lybica). *
Se cree que los primeros gatos no fueron domesticados como los perros, cabras y demás animales que aportaban algo al ser humano. Los gatos salvajes se empezaron a acercar al hombre ya que era una fuente de alimentos y un foco de atracción para otros animales, como los ratones, los cuales ya se encontraban en graneros de Israel hace más de 9000 años. Además, su domesticación es muchísimo más compleja ya que los gatos salvajes no siguen un sistema de jerarquías, son animales que viven en soledad, por lo que no pudimos ocupar el lugar del alfa y hacer que los demás nos siguieran.
Los gatos silvestres de oriente se acercaron los primeros al hombre, de ello hay pruebas en que por esa zona se encontró un enterramiento conjunto de un hombre junto a un gato (de hace unos 9.500 ). Los gatos de oriente migraron con la población de la época, llegando al mundo conocido de extremo a extremo. Ahí es donde encontramos la llegada de los gatos a Egipto y su deificación.
La llegada de los gatos a las Américas es otro conflicto, se cree que Cristóbal Colón trasportó en sus fragatas gatos para eliminar a los molestos animalillos y, además, porque daban suerte. Así que la llegada de los gatos a América sería mucho más reciente y con fecha concreta, el 12 de octubre de 1492.
Actualmente los gatos se han seleccionado, como los perros, para obtener las características que más nos interesan. La primera exposición de razas en gatos ocurrió en Londres en 1871, siendo este un acontecimiento relativamente reciente. La variación en las razas de gatos es mucho menor que en el caso de los perros, ya que estos se fueron seleccionados desde la prehistoria. Pero el caso de los gatos es especial, ya que algunas razas, como el gato bengal y el caracat no son gatos al 100%, ya que son cruces producidos mediante fecundación in vitro de gatos con el leopardo asiático y el caracal, respectivamente.
Las conclusiones a las que podemos llegar respecto a los gatos conociendo el pasado de los gatos podrían ser:
– Los gatos no se domesticaron, ellos se adaptaron a vivir con nosotros por comodidad.
– Todos los gatos domésticos provienen de Oriente medio, no de los gatos salvajes de sus zonas.
– La tendencia actual es crear gatos con marcas de otras especies de felinos.
*Evolución de los felinos; Stephen J. O’brien, Warren E. Jonson.