Cuando nuestro perro o gato llega a su edad senior la vida para él cambia paulatinamente, y debemos adecuarnos a sus cambios, entre ellos , una nueva alimentación, un aumento de las visitas al veterinario, y una adaptación por nuestra parte a su entorno, ya que ven disminuida progresivamente su agilidad, sabiendo siempre adecuar y dosificar su ejercicio.
Cada especie, cada raza, e incluso cada individuo experimenta los cambios asociados con la vejez de una manera particular. Aun así pueden darse unas nociones generales sobre cuándo se alcanza esta etapa:
- En perros sobre los 7 años
- En gatos sobre los 9 años
Observamos que un animal ha llegado a su edad geriátrica por una serie de cambios:
- Movimientos más lentos, ya sea por pérdida de vitalidad o por problemas de articulaciones.
- Pérdida de agudeza sensorial en lo que respecta al oído y a la vista.
Si un animal ha estado bien cuidado durante su etapa joven y adulta tiene más posibilidades de gozar de una vejez saludable, larga y placentera.
¿Cómo podemos ayudar?
- Nunca dejar el ejercicio de lado, así se controla el aporte calórico, se mantiene el sentido del equilibrio, la coordinación y la resistencia. Se recomienda el ejercicio moderado, el uso siempre de correa, ya que ni su visión ni su audición son las que eran, y tener agua siempre a mano durante el paseo.
- Un lugar de descanso cómodo ya que existe la posibilidad de padecer enfermedad articular. Y un bebedero siempre cerca de la zona de descanso.
Existe una alimentación adecuada para el gato/perro geriátrico, una alimentación ya preparada para sus nuevas necesidades, teniendo en cuenta la artritis, los problemas renales y urinarios, la pérdida de masa muscular, la disfunción cognitiva…
En el caso de perros, por ejemplo, se usan bajas concentraciones de fósforo para controlar problemas renales, y glucosamina y condroitina que favorece la flexibilidad de las articulaciones. Omega 3 para el pelo y la piel. Estos piensos tienen en cuenta la posible pérdida de apetito, la debilidad en la dentadura, el dolor al masticar, haciendo piensos con textura más suave o trozos más pequeños.
Es importante que los animales senior visiten por lo menos una vez al año a su veterinario para poder controlar la aparición de alguna enfermedad o cambios en las existentes. Hay que tener en cuenta que muchas patologías son muy sutiles en su inicio y nosotros como propietarios no las podemos detectar.